martes, 4 de junio de 2013


-Y sentir que la felicidad se te escapa poco a poco de las manos. Que ayer eras feliz, que ayer tenias tu mejor sonrisa en la cara, pero hoy, hoy ya no puedes ser feliz. Demasiados problemas en tu cabeza, demasiadas cosas que no quieres que pase.
 Muchas veces la tristeza nace del miedo, de el miedo a perder a las personas que mas queremos, del miedo a no saber que hacer o que decir, del miedo a no poder decirle lo que sientes a la persona que mas quieres, del miedo a tantas cosas. Pero hay que aprender a olvidarse de los problemas, a pasar de todo y de todos, a querer a quien te quiere y a abrazar al que te abrace, y al que no te quiera pues da igual. 
Pero nunca hay que pasarlo mal si a alguien no le importas o si no te quiere. Aprende a olvidar y a perdonar, solo así podrás encontrar LA VERDADERA FELICIDAD.

<<Venga hazte un peta, y me lo cuentas>>

+ Claro claro, ahora la mala soy yo, la que nunca lloró por ti soy yo, la que nunca te quiso soy yo, la culpable de esto soy yo, ¿verdad? No cariño, esto no va a seguir así, mucho te aguanté, soporte tus te quiero falsos, tus miradas que en realidad no iban a mi, soporte tus cambios de humor, en tus días malos estuve contigo y en los buenos también, te ayudé en todo y tú me lo pagaste así... Pues ahora que te quede claro, que por ti yo no voy a llorar más, que ya derrame muchas lágrimas en vano para nada, ahora te digo que por donde has venido te puedes ir yendo...
- Lo que menos me gusta de echar de menos a alguien es que funciona a rachas,  a días, por momentos, en lugares concretos... Cuando menos te lo esperas, llega sin avisar. Se queda un tiempo indefinido. 
No puedes dejar de hacerlo. Aunque lo intentes, escuece, duele, quema, pica, desgarra, rompe, congela, hiere, te hunde.. ¿He dicho que duele? Duele. Mucho. Te despiertas y no sabes qué va a pasar. Porque a veces, hasta las suelas de mis zapatos te echan de menos. ¿Pero sabes qué? Se pasa, siempre se pasa, te lo prometo.